Su alto contenido en ácido acético hace que este vinagre sea un gran aliado para regular los niveles de colesterol malo, triglicéridos y presión arterial alta. En este sentido, aúna su poder con el aceite de oliva ya que ambos potencian una excelente salud cardiovascular. Además, el ácido acético también ayuda a la absorción de minerales, como el calcio.
Por otro lado, el vinagre de vino reduce los niveles de glucosa en la sangre y en algunos alimentos. Por eso es muy recomendable que las personas que tengan diabetes lo consuman de forma habitual en su dieta.
Vinagres de vino Carbonell
Los vinagres Carbonell se han ido perfeccionando a lo largo de más de 50 años. Están hechos a partir de vinos con denominación de origen, para ofrecerte un vinagre de máxima calidad. Los vinos son envejecidos en barricas de roble, dando como resultado el característico sabor de esto vinagres.
El vinagre de vino blanco Carbonell tiene un sabor suave y agradable. Por eso, es perfecto para preparar mayonesa y salsa holandesa. Gracias a su sabor ácido moderado, puedes conseguir unas salsas deliciosas que toda la familia disfrutará.
Además, está el vinagre de vino blanco con ajo, un vinagre muy característico de los productos Carbonell. Este toque convierte a este vinagre en el perfecto aliado para aliñar ensaladas y legumbres, así como para hacer pescado o carne al horno. También es ideal para hacer escabechados, y macerar pescados. Tus platos tendrán un ligero sabor a ajo que los transformará.
Por último, el vinagre de vino tinto Carbonell es un clásico. Este vinagre de toda la vida está hecho con la mejor materia prima, y esto lo convierte en un producto fresco y elegante. Es ideal para aliñar ensaladas también y sobre todo para cocinar carnes rojas y legumbres.
Ya sea de vino blanco o de vino tinto, el vinagre es el complemento perfecto para tus recetas y también para que tú y tu familia gocéis de una salud de hierro. Siente cómo este ingrediente realza el sabor de tus recetas y disfruta de las comidas con Carbonell en la mesa.