La mayoría de las veces compramos productos sin saber de dónde vienen ni cuál es su historia. Sin embargo, es importante saber la procedencia de los alimentos que consumimos para darles el valor que merecen. ¿Quieres saber cuál es el origen del aceite de oliva?
La aparición de la producción del aceite de oliva se remonta hacia el 2000 a.C. en Egipto. Esta producción llega a los griegos aproximadamente en los años 1500 a.C. y fueron los Fenicios quienes trajeron este aceite a la Península Ibérica pero mucho más tarde, en el siglo XI a.C. Hay que decir, que el uso culinario de este aceite no era muy común. En un principio se usaba sobre todo con fines cosméticos.
¿Cuál es el origen del aceite de oliva en la cocina?
El origen del aceite de oliva tarda en aparecer en el mundo culinario de forma habitual debido a que se prefería el uso de la grasa animal, como la manteca de cerdo. Sin embargo, con la aparición del judaísmo y su rechazo a comer este animal, el aceite de oliva empieza a formar parte esencial en la cocina.
Algunas culturas lo empleaban como condimento de ciertos alimentos, en poca cantidad. Pero los griegos comprobaron, poco a poco, los beneficios nutricionales que escondía este oro líquido y, así, empezaron a emerger salsas como la “salsa amarilla”, ahora conocida como mayonesa.
Sin embargo, fueron los romanos quienes empezaron a tomarse este aceite con la seriedad que merece y empezaron a elaborar categorías distintas para su gastronomía. Así, surgieron recetas en la cocina romana que necesitaban el uso de este ingrediente de forma indispensable.
El origen del aceite de oliva es milenario y, a lo largo de los años, la calidad y los sabores que este aceite aporta se han ido perfeccionando. Hoy, el aceite de oliva virgen extra Carbonell que llega a tu mesa es la labor de siglos de tradición, llenos de sabiduría, que el paladar disfruta.